Me duelen los huesos, me duele el corazón, no puedo perdonar... ¿Qué hago?

Qué difícil es hacer reír a una persona cuando está enojada o molesta, esto vi en algunas oportunidades en mi familia, cuando papá cometía un error y trataba de pedir perdón buscaba la manera de hacer reír a mamá para que ella olvidará él error, pero esto requería bastante esfuerzo de parte de él, y cuando mamá cometía un error, veía que papá no demoraba tanto para olvidar el error y comenzar a reír nuevamente.

Tal vez no es tu caso, no sé si esto sucede en tu familia o en tu entorno, pero quiero utilizar este ejemplo para presentarte este verso escrito en Proverbios 17:22 que dice: “El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos” un verso muy profundo que puede ser la medicina para tu corazón; vivir el día a día con alegría, expresar una sonrisa sincera a tu prójimo es poner nuestra confianza en nuestro Padre Dios.

Mas el espíritu triste seca los huesos, en relación a esto, hay personas que están enfermas, sí, enfermas del corazón, tienen dolor de huesos o dolor del alma, ¿Por qué?... por qué no han podido perdonar, siguen con esa carga, con recuerdos recurrentes del pasado, viene amargura o frustración por lo que fue su niñez, adolescencia o juventud. ¡Hoy es tiempo de olvidar dejar todas estas cargas en Cristo y ser libre! ahora entra a tu aposento, ahí solo o sola habla con el Señor Jesús, y deja que el obre, el sanará tus heridas y te hará libre.

¡Que tengas un día lleno de las alegrías que Dios quiere darte!

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